Oda al Esperpento.

certificado piscina

Esto que os voy a contar, ocurrió ya hace algunos días, concretamente el día 26 de marzo en el pleno ordinario de ese mes.

El caso es que por unas cosas o por otras se han pasado los días y a decir verdad, casi lo que en realidad ha pasado han sido las ganas de escribir sobre estos temas, y ya veréis si no tengo razón así que vayáis leyendo.

Pues bien, el tema es el siguiente; Como ya sabéis y si no os lo digo yo, en este pleno inauguramos la temporada de participación ciudadana, participación ciudadana que la señora alcaldesa tenía secuestrada por motivos que solo en su febril imaginario pasaban. Para poder intervenir en este punto del orden del día, previamente, una semana antes del pleno, lo tenías que solicitar, para que así, en  el pleno te pudiesen contestar a lo solicitado, y yo ateniéndome a las “normas”, lo solicité por escrito, pero ellos no cumplieron con sus normas, pues no presentaron parte de la documentación solicitada. Hice dos solicitudes, que ahora os describo: En una pedía que se presentasen las facturas con cargo a la compra de los regalos de los reyes magos del mandato anterior, que según el concejal tesorero había visto por importe de ( y os lo pongo según lo dijo este concejal, en el pleno ordinario de febrero de 2012 ) repito, “por importe de mil y pico”. Como no presentaron las facturas, y es que además es imposible, porque no las hay “de mil y pico”, se quedó pendiente para el próximo pleno.

Y la otra solicitud era sobre la obra de la piscina, y esto os lo cuento ahora, en este apartado.

No se si os acordáis de un “panfleto” distribuido hace ya algunos meses por el ayuntamiento en el cual contaban las hazañas y logros conseguidos por el actual equipo de “desgobierno”, en ese “panfleto”, aparte de darse “pompa y circunstancia”, se decía que la obra que habían ejecutado en la piscina, ya nos la venían exigiendo desde 2007. O sea, que la obra que han tenido que hacer, ya la teníamos que haber hecho nosotros, el equipo de gobierno anterior. ¿Os acordáis?, pues buscad por los cajones, o por la cómoda, o por el aparador y a ver si encontráis el “papelito”, que seguro que lo tenéis. Que si hombre, que estas cosas conviene guardarlas por si acaso. Bueno, pues si no lo tenéis no pasa nada.

Retomemos el asunto.

Como os decía, solicité que se presentasen en el pleno los documentos que acreditasen que al ayuntamiento de Navalmoral se le exigió que hiciese la obra en 2007, y ……….¿Sabéis que me contestó la alcaldesa? .Ya se que os podéis imaginar cualquier cosa viniendo de quien viene, pero……… ¿No os arriesgáis?

Bueno, agarraos………………….me dijo que había sido verbal, que no había ningún documento que enseñar, QUE LA NOTIFICACIÓN HABÍA SIDO VERBAL.

Que os parece, con un par, se basta y se sobra sola, no hay quien la haga sombra.

Y ahora os pregunto a vosotros ¿Os creéis que entre administraciones como son la Junta de Castilla y León y un Ayuntamiento, las cosas se notifiquen de forma verbal? ¿Os podéis creer que una obra de estas características se pueda “exigir” de manera verbal? Pero si al hacer la revisión anual nos ponían por escrito hasta los azulejos que teníamos que cambiar o reponer.  Yo presenté una copia del certificado que nos envió la Junta de Castilla y León, en la que se nos decía que “Habiendo sido realizada la visita de inspección a la piscina municipal en la localidad de Navalmoral de la Sierra, cuyo titular es el Ayuntamiento, se constata la idoneidad de las instalaciones para el uso a que van a ser destinadas, el informe es favorable para la apertura y funcionamiento. Ávila a 28 de Junio de 2007. Firmado: Fidel Gallinas González, Jefe del Servicio Territorial de Sanidad y Bienestar Social de Ávila” y que os publico en esta misma entrada para que lo leáis detenidamente y saquéis vuestras conclusiones.

La mía es esta: lo que pasó para que tuviesen que hacer la obra no fue otra cosa que lo siguiente, como se la cerraron por cerdos, y la única responsable de esta calamidad es la alcaldesa, y ante un desastre tan vergonzoso como este, no se la ocurrió nada más que tratar de cargar la culpa “a los de antes”, diciendo que la obra la ya tenían que haber hecho. Y luego, para poderla abrir de nuevo no tuvieron más remedio que hacer la obra y adaptarse a la normativa que rigiese entonces.

Una vez contado este esperpento, uno más a los que nos tiene acostumbrados la alcaldesa, solo queda decir una vez más……………Navalmoral tiene lo que se merece.

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