MÁS DE LAS CALLES DE BENARÉS.

Como os dije en la entrada anterior, iré poniendo este destino del viaje en varias

entradas, pues esta ciudad tiene miga. En algunas fotos de este álbum, veréis la contaminación ambiental en forma de puntos que reflejan la luz del “flash”. La contaminación acústica no la veis ni la oís, pero os juro que está presente, y se percibe mucho más que la ambiental, en todo ese barullo de coches, de motos, de bicis, de vacas, de gente andando entre los coches, de ………..yo que se, en todo este caos organizado, la que se preparaba con las bocinas, los pitos, los megáfonos, los vendedores a grito “pelao” ofreciendo sus productos, los ruidos de los motores, los altavoces a todo trapo de esos coches que veréis con mucho colorín, que no es otra cosa que unas fiestas que preparan una serie de personas de un barrio determinado, a dioses y diosas de la mitología hindú. Y digo “unas fiestas” por que en la misma calle y en poco más de un kilómetro, te puedes encontrar 20 coches adornados hasta las trancas y con una procesión de gente detrás, un poquito bebidos y bailando y tirándose por el suelo. Creo que os podré poner un video para que os hagáis una ligerísima idea.

La verdad es que impresiona todo esto a la vez, todo ese maremágnum a tú alrededor casi acongoja,  yo lo pienso ahora que lo estoy recordando y me sobrecoge.

Las fotos de este apartado las pondré en dos tandas. Pues venga una tanda.

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